Procura gozar de tu pareja (o de tu hijo o amigo intimo), no poseerla. Jamás podrás vivir una relación mágica si te crees poseedor de la otra persona o te sientes con derecho a dominarla o a controlarla. Nadie quiere que le posean. No puedes decirle a nadie lo que debe o no hacer con su vida.
Fragmento artículo revista Psicología Práctica
No hay comentarios:
Publicar un comentario