Lo que haga hoy es importante porque estoy utilizando un día de mi vida en ello.

domingo, 28 de agosto de 2011

¿DESEMPLEADO?

Si estás desempleado, evita el desánimo.
Busca activamente, no te aísles y retoma aficiones.

Has perdido tu trabajo y te sientes culpable?. Es lógico que estar en paro afecte a tu estado de ánimo y tu autoestima. Como señalan los autores de Punto y seguido. Como gestionar el desempleo y crear nuevas oportunidades profesionales (Empresa Activa), probablemente pasarás un periodo de duelo en el que te sentirás desorientado. Para evitarlo o minimizar su efecto, te conviene:

·         Relativiza tu situación. Piensa que sólo es una cuestión temporal y hay mucha gente en tu misma situación que opta por seguir adelante con optimismo.

·         Dedica las horas correspondientes a tu jornada laboral a buscar empleo pero respeta el tiempo libre y los fines de semana.

·         No te quedes en casa todo el día; arréglate y sal a pasear, comprar, realizar actividades culturales, visitar a los amigos… Y haz ejercicio físico para generar endorfinas: te harán sentir mejor.

·         Aprovecha el tiempo de desempleo para retomar o iniciar aquella actividad que tanto disfrutas y para la que no encontrabas tiempo cuando trabajabas.

·         Queda con algún amigo que sea positivo para conversar sobre lo que sientes. Llámale cuando te sientas desanimado porque, por ejemplo, no te llaman para ninguna entrevista o has sido rechazado en la última que hiciste.

·         Dedica tiempo a tu familia, amigos y vecinos. Aprovecha para conocerles mejor y saber cuáles son sus necesidades; así podrás tratarles mejor cuando vuelvas a trabajar y no tengas tanto tiempo para ellos de nuevo.


Artículo de la revista Psicología Práctica.



CONVIVIR

APRENDER A CONVIVIR
En primer lugar, es preciso eliminar ciertos obstáculos: el miedo, la envidia, el resentimiento, son incompatibles con una buena convivencia. También lo son la desconfianza y la susceptibilidad. Pero no basta con la desaparición de estos obstáculos. Debemos fomentar los sentimientos amables: la compasión, el cuidado, la empatía, la generosidad, el respeto. Y, por supuesto, las conductas sociales de ayuda, cooperación, solidaridad, amor.


Fragmento de artículo de José Antonio Marina de la revista Psicología Práctica.